Hace unos días, concretamente el 29 de febrero, quedé con mi amiga Raquel Portillo Caballero , quizá una de las personas con más energía positiva que conozco, energía positiva que es tremendamente contagiosa. Y quedé con ella un poco por interés, lo reconozco. Llevo una temporada pensando que necesito un coach y no sabía cómo acceder a los servicios de uno sin pagar un duro, no es que sea un rata, pero ando más pelado que… (rellena la línea de puntos con lo que se te ocurra). Pero, oh, casualidad, destino, el universo o lo que sea…, di con la solución de una manera más sencilla de lo esperado.. Y es que además de ser una gran coach, Raquel es una gran pintora y necesitaba que alguien le hiciera fotos de sus cuadros para la exposición en la que va a participar este mes de marzo (luego os doy más detalles). Por dicho motivo se me ocurrió que podíamos intercambiar sesión de fotos (que dicen que hago unas fotos mu chulas) por sesión de coaching, intercambio que a ella le pareció gen