LA PROPORCIÓN ÁUREA (LA BELLEZA – O ARMONÍA– EN NÚMEROS)

Si alguna vez te has preguntado por qué una determinada cosa o animal es bello, puede que la respuesta esté en las matemáticas.

Existe una proporción, la llamada proporción áurea, que sirve para organizar y dividir las cosas de una forma armónica. La teoría es larga, no la conozco en profundidad y no me voy a extender demasiado, pero es una proporción que se da constantemente en la naturaleza.

Existe una progresión (la progresión de Fibonacci) que se corresponde a los números de la Naturaleza. La progresión de estos números es: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55... y así hasta el infinito, cada número se genera al sumar los dos anteriores. Pues bien, en la naturaleza casi todo responde a estos números; lo más normal es que una flor tenga 5, 8 o 21 pétalos, las semillas de los girasoles se distribuyen en espirales

de 34, 55 u 89, las piñas siempre tienen un número de escamas que corresponden a los de la progresión...

Si dividimos cada número de la serie por el inmediatamente anterior, nos vamos aproximando cada vez más a un número mágico, una cifra de infinitos decimales: 1,6180339... Este número es el conocido como Phi (ø), número de oro o proporción áurea.

La proporción aurea se da en todos los aspectos de la naturaleza, por ejemplo en la espiral del nautilus, en el caracol del oído interno, en la espiral de un tornado, en el cuerpo humano... Es, por ejemplo, la proporción entre la falange de un dedo y la siguiente y la proporción entre la estatura y la altura hasta el ombligo.

No sólo eso, se ha utilizado siempre consciente o inconscientemente en el arte, en la composición de los cuadros, en la arquitectura (como el Partenón), en el DNI o las tarjetas de crédito, en la división en partes de piezas musicales, etc

Es también la manera ideal de dividir una recta en dos partes distintas, de tal manera que la proporción entre la longitud total y el lado mayor sea la misma que entre el lado mayor y el menor. Esto lo han utilizado fotógrafos, cineastas, diseñadores y pintores para crear una cuadrícula áurea en la que distribuir armoniosamente los elementos de la escena a representar...

Más recientemente la ha utilizado el investigador Stephen Marquardt para crear la llamada "máscara áurea" basándose en el hecho de que las proporciones en el rostro humano siguen el número de oro. Sus investigaciones le han llevado a la conclusión de que las caras consideradas más hermosas como Tom Cruise, Denzel Washintong, Michelle Pfeiffer o Cameron Díaz, se ciñen a la perfección a esta máscara... Y curiosamente, la gente considerada menos atractiva, o incluso fea, se aleja bastante de este modelo ideal. Parece que la belleza se puede medir.

Os dejo las máscaras por si queréis "medir" vuestra belleza

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