Hace un par de días recibí un regalo muy especial: una nueva cámara réflex, que sustituirá completamente a mi antigua réflex analógica y de la que hereda sus objetivos. No he tenido mucho tiempo para probarla, pero las pocas fotos que he podido hacer tienen una calidad excelente; calidad que en breve expondré aquí. La Panasonic Lumix híbrida de la que tanto he disfrutado seguirá en acción, puesto que ha dado, y seguirá dando, un excelente servicio. De momento sigo disfrutando de mi nueva cámara como un niño (como el niño que en el fondo sigo siendo) con zapatos nuevos. Se abre una nueva etapa en mi carrera personal y profesional, llena de retos e ilusiones. Un saludo Eduardo